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viernes, 18 de marzo de 2011

HOMBRÍA AL MÁXIMO y SEMEJANZA A CRISTO


La Restauración del Tabernáculo de David está relacionada con la restauración del sacerdocio del hombre en el hogar, en su entorno familiar y en la sociedad. Este aspecto del género es un asunto de naturaleza, pero la hombría es un asunto de decisión. Lo que el mundo necesita no son más artistas, músicos y cantantes sino hombría al máximo. Hombres que se levanten por sus casas, sus hijos, sus esposas, sus comunidades y naciones. Hombría y semejanza a Cristo son sinónimos.

Es un deber de los ancianos espirituales el promover en nuestra juventud la hombría y no sus talentos. Las habilidades, dones y talentos se manifestarán y desarrollarán de forma saludable si promovemos la formación del carácter de Cristo que es el fundamento sobre el cual se edifica todo lo demás.

Posición, posición, posición” es la formula para el éxito en los negocios y en la Iglesia Postmoderna...Para esto solo basta el talento, la habilidad, el don, la astucia, la manipulación, las influencias, estar en el lugar correcto, con el atuendo correcto para saludar a la persona correcta...

“Decisión, decisión, decisión” es la fórmula para el éxito en el Reino. Para esto es necesario EL CARÁCTER. Un proceso de transformación del pensamiento e incorporación de hábitos espirituales y de vida que le den SENTIDO DE DESTINO a nuestros jóvenes.

La preparación - el equipamiento es el fundamento del éxito.
Mire como la Infantería de Marina, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, preparan a sus lideres en campamentos de entrenamiento de reclutas y luego los someten a un adiestramiento más intenso.

En las profesiones técnicas, hay un programa de “aprendizaje” para preparar a los hombres como oficiales.

Uno de los problemas de la sociedad moderna es que hay muchos oficiales, pero pocos maestros. Muy a menudo los hombres de nuestra sociedad “instantánea” fabrican productos de mala calidad debido a su deficiente preparación. No quieren pagar el precio del tiempo. Muchos quieren la unción y la gloria sin recorrer el camino. No era así para los HOMBRES que se preparaban para el sacerdocio en el tabernáculo. Cuando uno de ellos cumplía la edad y preparación adecuados, entonces era ungido con una mezcla de aceite y sangre. Luego era enviado al desierto durante 7 días donde debía soportar ungido en aceite y sangre las altas temperaturas del día y las bajas temperaturas de la noche. El sumo sacerdote le decía al nuevo sacerdote: SI SOPORTAS EL DOLOR DE LA UNCIÓN ESTARÁS LISTO PARA EL PESO DE SU GLORIA. Si lograba resistir esta prueba, entonces estaba listo para su consagración al sacerdocio.

Hoy día, hasta en el ministerio hay hombres que no han experimentado la prueba de la unción sacerdotal y quieren pronunciar sermones, dirigir iglesias o enseñar la Palabra de Dios, conquistar al mundo con su música; estos hombres quieren hacer grandes hazañas pero no pueden controlarse así mismos. No han sido equipados y entrenados pero creen que el don, el talento y el llamado son suficientes herramientas. AÚN NO HAN RECORRIDO EL CAMINO de la preparación y el entrenamiento. Ni siquiera tienen un MENTOR y no saben de que se trata TENER UN MENTOR porque la sociedad se ha encargado de sustituir el rol trascendental de los MENTORES por la filosofía de la INMEDIATÉZ. Esta clase de inmadurez no reconoce autoridad y mucho menos paternidad. ESTOS SON HOMBRES SABIOS EN SU PROPIA OPINIÓN.

Cierta vez Moisés no pudo controlarse y como resultado perdió el derecho de entrar en Canaán. Adán, Caín, David, Sansón: todos ellos supieron que “el que se enseñorea de su espíritu es mejor que el que toma una ciudad”.

Lo que trato de decir es que si no enseñamos a nuestros jóvenes a dominar sus pasiones, entonces esas mismas pasiones los dominaran a ellos. Una de las más poderosas y sutiles pasiones que hoy domina el espíritu de los jóvenes es LA MÚSICA. Y en nombre de Dios nuestra juventud está yendo por UN CAMINO y HACIA UN DESTINO que desconocen porque precisamente NO TIENEN LA MENOR IDEA DE LA SENDA QUE ELLOS NO CAMINARON y que debe ser tenida en cuenta si nuestros cándidos artistas PRESTAN ATENCIÓN a la instrucción.

ORACIÓN:
Padre, danos hombres al máximo que puedan transformar naciones.... Yo me levantaré por mi casa y por mi nación. Te buscaré, esperaré por Ti, no desmayaré hasta encontrar un lugar para Ti.

ESTA REFLEXIÓN ESTÁ INSPIRADA EN NOTAS QUE HE TOMADO DEL LIBRO "HOMBRÍA AL MÁXIMO" DEL ESCRITOR AMERICANO "ED COLE"

JOSEPH.

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